__________ A SOLAS CON LA OBRA __________
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CARTOGRAFÍA DE UNA PÁGINA EN BLANCO (EXTRACTO)
desde el interior de nuestro tiempo siempre somos
aves que tienen las dos alas cosidas
medimos este espacio estrecho
insalvable que hay entre los dos
calculamos la mutua desconfianza
verifica el producto tú que puedes
la quietud por el vértigo
da como resultado el sueño de volar
pájaros troceados
confían en que el filo del cuchillo esparza su materia por el aire
redime a estos ojos de cristal que te observan desde dentro de su urna
creamos que es posible
saltar
mirémonos
los ojos de cristal firmen el pacto las palabras agiten sus muñones
desdiciendo la artrosis del lenguaje
veámoslas caer mientras nos miran
y crece la distancia entre los dos
que ninguno se engañe
una ventana también mira hacia dentro
se impone el mecanismo de unas alas para salir o entrar
¿quién se percatará de que hay cristales?
la verdad sigue ocurriendo en ambos lados pero...
¿en cuál habrá que recoger un ave desnucada?
LA ENERGÍA DE LA JOVEN ESPERANZA.2010 |
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EL SALTO
Resulta que nadie hasta ahora me había retratado el estómago. Resulta que padezco dolor crónico desde esa parte de la anatomía y, hasta la fecha, no había dado con el remedio. Lanzarse a la naturaleza muerta desde el revés de un “no” en un salto mortal es como encabalgar la belleza para ignorar el miedo. Ver el árbol donde se desata la tormenta y nadar dentro de la tierra donde habitan suicidas anónimos fecundándola de suspiros acuáticos. El vacío es el hijo de una nodriza con suerte. Ahí tenéis el trampolín. Soñad en azul y dejad que la gravedad haga su fortuna. La caída es en línea recta. Las salidas son rectas. El salto no tiene más dirección que la verticalidad, sea en el sentido que sea. Hagamos del impulso el núcleo hacia la luz. Buscar la tierra prometida y romper la leyenda del sueño sagrado. Si alguien alguna vez dudó del desgarro que produce la oscuridad en las luciérnagas, sólo tiene que imaginar que su estómago tiene hambre y lanzarse al vacío sujeto únicamente por los filamentos de un almendro. No penséis en las consecuencias. “¿Con qué te quedas?” , pregunta el tiempo. Los cobardes miran siempre detrás de los cristales. No os dejéis engañar por su transparencia. Aún no está claro que lo que vemos sea una salida de emergencia: sólo las nubes y el cemento saben de pactos inmortales.