En un paraje
excepcional y hasta el próximo 29 de agosto de 2014 podrá visitarse en la Casa de la
Cultura de Caravia, Asturias, una exposición de David García Torrado donde se
aglutinan una pequeña muestra de su trabajo personal y una colección de retratos
realizados en los últimos años.
Trabajo personal:
<< El de David García Torrado, es un trabajo
artístico que, al igual que un ser vivo, se metamorfosea y muta conforme avanza
en el eje del tiempo, alejándose de su origen de coordenadas.
Es la obra
de un artista que no quiere limitarse a una línea de actuación, sino ampliar su
campo de experiencias en todas las direcciones que su imaginación le posibilite
y desde una voluntad definitivamente abierta hacia imágenes que hacen soñar por
medio de una delicada sensibilidad, desatando la mordaza de la inalterable
arquitectura para, de forma liviana, sumergirnos en un baño de mixturas
perfectamente coordinadas.
Imágenes a
veces más amables, otras que reflejan una mayor severidad -nunca aleatoria- y
siempre fieles a un alegato propio,
y con múltiples interpretaciones para un espectador que ve cómo cada una
de las obras se rige por el movimiento de un brazo giratorio constituido por un
contexto social, económico y
cultural muy determinados.
Es
precisamente ese sostén de giro sobre el que se ejerce una tensión, a modo de
momento lineal físico, el que posibilita, de forma cuasi natural, ampliar el
horizonte puramente estético para sobredimensionarlo y alcanzar otras
magnitudes, tal vez más inquietantes. Incluso en algunas fotografías aparecen
elementos adscritos a una estética surreal o sobrerreal, pero desde la óptica
realista se convierten en efectos extrañadores con un poder prodigioso para captar la atención sin destruir lo
poético del conjunto.
Uno de los
corolarios de esta fructífera aventura representa aquello que tiene
directamente que ver con el siempre presente abismo entre lo real y lo onírico.
Una combinación, ésta, que no siempre es fácil ni de digerir, ni de
interpretar, ni de expresar pero que, sin embargo, goza de un pleno
cosmopolitismo sin entender de fronteras culturales precisas.
Nos
hallamos ante una obra artística que se ha llegado a desarrollar plenamente
gracias a una etapa de trabajo larga y progresivamente rica en intuiciones y
logros. Un medio de expresión de ideas que hacen posible la aparición de nuevos
sentidos y pensamientos aletargados en unos contextos vivos donde lo real deja
de ser real para convertirse en una
alegoría sin un final definido. Y, tal vez, sin un principio. >>
Javier Ubieta 2011.
Retratos:
Almas que se aglutinan al paso,
como testimonio del tiempo que nace y muere en uno mismo. Observador, coleccionista de
miradas, buscador de lo real en una irrealidad globalizada donde ni uno mismo
conoce principio ni final.
Lo inmediatamente cercano se
presenta en este trabajo como solución, en un encontrarse y definirse a través
del análisis del propio entorno. Entorno a la espera de ser observado,
documentado .... retratado.
Hasta el próximo 29 de agosto de 2014, Casa de la
Cultura de Caravia, Asturias.
David García Torrado. International photographer, Asturias, Madrid, Munich.
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